El consumo excesivo de carne y ganadería industrial y su impacto negativo sobre la salud.
- Álvarez Zúñiga, Edson Junior
- Aparicio Quispe, Fernando Antonio
- Lázaro Gonzales, Sebastián Francisco
- Valladares Chorres, Angie Estrellita.
Palabras clave: Consumo de carne, carne roja, carne procesada, producción animal, enfermedades, salud.
El consumo de
carne derivada de la ganadería industrial es una de las polémicas alimentarias
más importantes de nuestro tiempo, convirtiéndose en ingrediente fundamental de
la dieta y la economía global. Sin embargo, investigaciones revelan que estos
hábitos de alimentación pueden tener consecuencias negativas en la salud
humana. Este tema resulta controversial, puesto que han surgido opiniones
diferentes con respecto al tema. Por un lado, están los que consideran que el
consumo de carne y ganadería industrial tiene un impacto negativo sobre la
salud. Por otro lado, los que piensan que el consumo de carne y ganadería
industrial es una necesidad alimentaria.
En nuestra
opinión, consideramos que el consumo de carne y ganadería industrial debería de
reducirse para mejorar la salud de las personas, siendo el riesgo de que se
desarrolle cáncer colorrectal por consumo de carne procesada con la cantidad de
carne consumida. Un argumento sólido es que el consumo de carne y ganadería
industrial ocasiona riesgos en la salud por consumir excesivamente. A
continuación, desarrollaremos nuestros argumentos de la postura.
La
clasificación realizada por la OMS (2015) señala que:
“La carne
procesada industrialmente como carcinógena para los humanos y la carne roja
como probablemente carcinógena para los humanos.Además,22 expertos de 10 países
convocados por el Programa de Monografías de la IARC - Agencia dependiente de
la Organización Mundial de la Salud (OMS)- después de una revisión exhaustiva
de la literatura científica acumulada, basado en evidencia limitada y
suficiente en humanos, concluyeron de que el consumo de carne procesada causa
cáncer colorrectal, pero también se han visto asociaciones con el cáncer de
páncreas y el cáncer de próstata.” (Lyon,
Francia ,2015).
Según investigaciones, se ha logrado un aumento en la ganadería industrial, sin embargo, los residuos de las sustancias utilizadas pueden quedarse en la carne destinada al consumo humano y ocasionar problemas de salud en los consumidores, este uso inadecuado de antibióticos puede provocar el desarrollo de resistencias bacterianas en los animales tratados, pudiendo transmitirse a los humanos, ocasionando dificultades en el tratamiento de enfermedades. Fajardo-Zapata, A.,Mendez-Casallas, F.,Molina, L.(2011). resumen que, “la demanda proteica animal es primordial, el crecimiento poblacional adicionándose con el incremento del consumo han llevado al uso de hormonas y antibióticos en la producción de carne, causando alteraciones en la salud de los consumidores”. (pp.1-2) Como se expresó, en la revista Finlay “la investigación publicada en Archives of Internal Medicine, se analizaron datos, con la población de 37,000 hombres y 83,000 mujeres, documentándose 23,926 muertes, por enfermedades cardiovasculares 5,910 y 9,464 por cáncer.” Si bien es cierto, se puede determinar que una dieta con alimentos de proteína vegetal es un complemento perfecto para tener una buena alimentación. Jiménez-Bojórquez, K.(2023) manifiesta que “un estudio en 2018 concluyó que una dieta balanceada con alimentos de origen vegetal durante cuatro semanas logró disminuir significativamente niveles de lipoproteína, factor de riesgo cardiovascular, consiguiéndose en poco tiempo una disminución de 16%.”
Asimismo, al
igual que en el caso de los humanos, el uso excesivo de medicamento como
antibióticos en el ganado puede dar lugar al desarrollo y la propagación de
bacterias resistentes, la reducción de éstos, en la ganadería es una medida
clave para controlar la resistencia antimicrobiana y proteger la salud pública.
Esto se refleja en:
“Una revisión de The Lancet Planetary Health,
sobre las intervenciones limitantes del uso de antibióticos en animales de
producción alimentaria reducen las bacterias resistentes a los antibióticos
hasta en un 39%, siendo importante la reducción general del uso de antibióticos
médicos en animales destinados a la producción de alimentos” (OMS,2017)
Del mismo modo, "se acordó en la Asamblea
Mundial de la Salud de 2015 en aplicar el marco establecido en el Plan de
Acción Mundial sobre Resistencia a Antimicrobianos, base de intervenciones para
aminorar la aparición de dicha resistencia y reducir su propagación" (OMS,
2015). Además, se recalca que :
Al “reducir el consumo de carne puede disminuir
considerablemente la incidencia de enfermedades graves. La carne no debe
eliminarse de la dieta porque tiene aportes de proteína y hierro. Debe
consumirse máximo dos veces a la semana. Una investigación difundida por la
OPS/OMS, indica que el riesgo de contraer cáncer se incrementa en 18% si se
ingiere carnes procesadas.” (MINSA, 2015).
El consumo
excesivo de carne roja e industrial es como agregar leña a un fuego prendido.
Aunque en pequeñas cantidades puede ser manejable y proporcionar calor, añadir
demasiado combustible vigoriza las llamas hasta volverse un peligro. Así como
un fuego controlado proporciona beneficios sin peligro, una dieta balanceada
que incluye carne en cantidades razonables puede ofrecer nutrientes necesarios
sin los riesgos asociados con el consumo excesivo. Como propósito, la clave
para una buena salud no radica en la eliminación completa de la carne, sino en
su consumo consciente y equilibrado, asegurando que se integre dentro de un
patrón alimenticio variado y nutritivo, siendo necesario consultar a un
especialista en nutrición, para mantener nuestra salud.
En conclusión,
el consumo excesivo de carne y prácticas de ganadería industrial tienen efectos
perjudiciales tanto para la salud humana como para la seguridad alimentaria. Por
ello, se exhorta a la sociedad a que reflexionen acerca de esta situación
enfocándose en buscar alternativas más sostenibles y saludables en la
producción y consumo de alimentos. Es imperativo que tanto los individuos como
las políticas gubernamentales se orienten hacia estos cambios como fomentar
hábitos alimenticios saludables desde una temprana edad y proporcionar
información clara y accesible sobre nutrición podría ayudar a las personas a
tomar decisiones más informadas sobre su alimentación, asegurando un futuro
saludable para todos. Es
decir, se debería reducir el consumo de carne y ganadería industrial para
mejorar la salud de las personas.
REFERENCIAS:
Fajardo-Zapata, A.,Mendez-Casallas, F.,Molina, L.(2011).Residuos de fármacos anabolizantes en carnes destinadas al consumo humano. Univ. Sci. [online],vol.16, n.1, pp.1-2. http://www.scielo.org.co/scielo.php?pid=S0122-74832011000100007&script=sci_arttext
Finlay, revista
de enfermedades no transmisibles. Nutrición: El consumo de carne roja eleva el
Jiménez-Bojórquez, K. S. (2023). Dietas basadas en plantas: efectos en la prevención y tratamiento de las principales enfermedades crónicas en México. Acta De Ciencia En Salud,(pp.7-8).
https://doi.org/10.32870/acs.i10.227
Lindmeier, Christian- OMS (2017). Dejemos de administrar antibióticos a animales sanos para prevenir la propagación de la resistencia a los antimicrobianos.
Lyon, Francia
(2015). IARC evalúa el consumo de la
carne roja y de la carne procesada.
https://www.paho.org/es/noticias/28-10-2015-iarc-evalua-consumo-carne-roja-carne-procesada
Ministerio de Salud. (2015). Minsa recomienda reducir el consumo de carnes rojas.
OMS. (2021).
Resistencia a los antimicrobianos.
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